domingo, 9 de enero de 2011

Storm - Eyes on the Storm



Es tu luz, es mi cielo.
Es un instante de desvelo.

Son tus formas infinitas
es tu luz incandescente
son tus presencias eternas
las que alumbran mi noche.

Es tu inicio simples amenazas
apenas imperceptibles tus gigantes miradas
inmerso en tu luz encegueciendo a las masas
inmensas, tan grandes son tus pisadas.

Es tu presencia temible y bestial
las nubes se alumbran y parecen asesinar
haces mirar con nuestros ojos tu luz celestial
impresionado por tus rastros te escribo hasta delirar.

Tu calma fria e insana
trae aparejada la lluvia
que entre tanta humedad diluvia
y apaga tu iluminar.

Dejas las calles a la espera de iluminacion
las puertas de las casas parecen abrir
para ver con los ojos la tormenta que se acaba de ir
te vas con tus rayos, te vas tu sin mi.

Tu historia es tan corta
que pareces un mito eterno
tu vida se aborta
y el sol vuelve a su Reino.


Fotografía: Carmen Nievas.

Escritos: Juan E. Serrano.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ventanita del alma - Percibe mi Amor


Muéstrame tus labios mujer.
Mírame a los ojos, otra vez...

Fantasmas me siguen, y tu escapas.
Recuerdas mis rizas, me tocas, me matas.
Que tus ojos me miren, me aniquilen, me amen.
Sumérgeme en tu locura, sígueme, vete.

Monstruoso alarde
ocaso oscuro,
sal del Cerro
ven a mis brazos.

Muestrame tu cara, hermosa.
Sonríeme con sinceridad, amada, loca...

Vagabundo delirio el de odiarte
percibir tu amor por otro canal
Si tu piel rosace mis brazos
me caería, te mato, amor, no escapo.

Muestrame tu interior
has lo que deseas, mi vida, mi amor.

Miénteme como quieras mi cielo
Yo percibo tus pasos, tu amor y tus mentiras.
Yo no resisto, igual te amo.

Delirame un ratito mas
cuando la noche venga con sus rizas,
sus maléficas garras consumistas,
con su desvelador amarillo de neón.

Sumergete entre las piedras
y dejame incrustarme en tus ojos,
que sentirlos me hace bien
y dejarlos es matarme.
  
Deja las normas
para la dictadura
Ámame una vez mas
matame, sos mi locura.

Mirame un rato mas
mirame a los ojos
que yo los siento
y los puedo amar.



Fotografía: Carmen Nievas.

Escritos: Juan E. Serrano.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Inmensidad - Distancia y Soledad


Todo es tan grande,
y lejos de mi.
Todo se ve tan diferente
pero nada se ve gris.

Distante el abismo
un silencio se ve pasar
solo en uno mismo
la brisa del mar.

Inmenso y gigante
se ve al sol explotar
mientras solo el navegante
intenta con su barco escapar.

En lo profundo del agua
se nota la inmensidad
pero en el cielo naranja
se siente la soledad.

Todo es tan grande,
y lejos de mi.
Todo se aleja
todo esta aquí.

Diverso el sonido
de callado transitar
cuando nadie a la vista
parece estar.

Inmenso y gigante
el sol ha de alumbrar
el cielo me llama
para no apenar.

En lo alto del cielo pareces mirar
tú, transitante del océano
no dejes de avanzar
las nubes naranjas te han de acompañar.

Todo es inmenso
no dejes de mirar
tan cerca y tan lejos
todo ha de estar.


Escritos: Juan E. Serrano

Fotografía: Carmen Nievas

sábado, 9 de octubre de 2010

Amarillo - Amante del Sol


Y me das la espalda...

¿Nada pasa ya?
¿Acaso has de amar a esa luz, tanto como a mi?
De mis raíces que busco,
una respuesta a tu ausencia.
Desde el amanecer que reclamo
tu bella incandescencia.
Miro a tus pétalos y llamo a tu nombre
Y me das la espalda.

¿Sera que el Sol es mas fuerte?
¿Sera ese astro capaz de amarte?
La luz que te da calor
no llenara tu corazón.
El calor que te da esa luz
jamas te querrá como yo.
Mientras yo extraño tus miradas,
y tu me das la espalda.

Seras del Sol amante
por eso nunca llegaras a amarme.
Se yo que no quieres mirarme
pero no me des la espalda.

Si tus pétalos amarillos
fuesen tan mios como de él,
si tu tallo infinito
alguna vez dejase de crecer,
si tu luz me dieses
como haces con él,
sera del Sol, mi color gris.

Si girases un poco
para ver como te miro
observaras dócilmente
que el Sol no es nadie
y que el nada puede hacer
para evitar que te ame.
Sin embargo sigues así...
Y me sigues dando la espalda.

Si solo me buscas
cuando el Sol se apaga
no podrás ver bien
que es lo que puedo darte
no te dejes guiar por su brillo insolante
y mirame de una vez
y dejaras así,
de darme la espalda.


Escritos: Juan E. Serrano

Fotografía: Carmen Nievas

domingo, 3 de octubre de 2010

Catalpa II - Regando las plantas.


Fotografía: Carmen Nievas

Ayer estuve regando mis plantas, mis genistas tan indiferentes miraban al sol como se iba, mis catalpas tan distintas me buscaban pidiendo amor, agua y sonrisas. Las dos tan tibias e iluminadas bailaban lentamente impulsadas por el viento, sus hojas tan suaves señalaban una señal, la evocacion de una nube que se iba lejos, hasta donde nadie podía verla. Una tarde de fuego se apagaba en el ocaso, mirando a través de una cebolla de vidrio veían al sol llendose hasta desaparecer, sin dejar ni un rastro mas de su presencia mas que la vida de las genistas y catalpas que tan llenas de su amor daban luz. Ayer, cuando termine de regar las plantas, me quede mirándolas con tanto amor, admirando entre sus hojas como uno siendo tan diferente a todos, es uno mas, entre millones. Mis plantas, en su tan melancólica espera, en búsqueda del alba, me hicieron reflexionar que no soy único, solamente puedo parecer diferente entre toda la gente, pero somos todos iguales. Todos tenemos dentro esos rayos de sol que alumbran para dar vida, todos somos distintos pero tenemos la misma raíz. Ayer mientras regaba mis plantas, sonreía, y al mirarlas pensaba en cuantos días han pasado sin darme cuenta, de lo que somos a través del universo, de que estamos acá, aya y en cualquier lado. Mis genistas y mis catalpas, ayer bailaban al viento, mientras yo las regaba.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Señales en el cielo - Destino en riesgo



Anochece en las sierras del Tandil, todo el mundo se fue de aquí.

Nosotros sin pensarlo
vimos una señal
acostados en el suelo
esa nube empezó a alumbrar.

Los laureles tan grises
son testigos de ese pasar
cuando un cielo vacío
empieza a asustar.

Me miraste con temor
cuando yo abrazaba tu espalda
sentías ese temblor
del cual nadie te salva.

Yo vi esa señal
y también las vibraciones
cuando todo empezaba a derrumbar
y el cielo quedaba sin colores.

Los laureles eran agitados
por los vientos de la tormenta
y nosotros dos enamorados
esperábamos una respuesta.

¿que es esa señal, esa nube en el cielo?
¿porque todo tiembla y se mueve el suelo?

Anochece en las sierras del Tandil, y no se si mañana despertaremos.



Fotografía: Carmen Nievas

Escritos: Juan E. Serrano

sábado, 18 de septiembre de 2010

Llueve - Mientras tus petalos lo sientan.





Dejando que caigan las gotas del cielo, mirando la vida desde donde solo dios puede ir. Nadie sabe cuantas veces golpea la lluvia, entre vientos, tormentas, y tantos inciertos. Nadie sabrá nunca porque se humedecen, tus hojas tan verdes entre tantos claveles.

Dejando a las rosas que muevan sus pétalos para que abran en si misma su amor de primavera. Nunca podrán ver cuantas gotas recorrieron sus espinas, entre tantos lazos de amor a piedrazos, cuando nunca en la vida querrás mis abrazos.

Dejando que los tréboles se aplasten con la lluvia entre tantos malvones que buscan alejarse, explorando entre sus hojas si el sol se escapa. Jamas podrán mirar a través de sus hojas, ni ver si podrán ocultarse de la lluvia que triste humedece sus rojos constantes. Jamas querrás ser destronada, por amor malcriada para hacer sonreír, siendo sacada de donde te da vida la pachamama por un capricho de los mortales.

Dejando al viento rozando los pistilos que caracterizan tu pasar entre tantos pastizales dejas tu amar. Nunca las mariposas podrán superar la hermosura de tus pétalos tan húmedos en la lluvia, que son fuente de atracción para los amantes fotógrafos que se apiadan de tu calor. Nunca veras como amo tu color.

Dejando a la lluvia que moje tus hojas, veras que la vida se hace de esas cosas. Solo sintiendo a la lluvia correr te darás cuenta de la importancia del querer. En prosa te digo lo que he de sentir, mientras veo tu belleza que por la lluvia ha de existir. Dejando que llueva sentirás el vivir, ese fuego interno que te hace amar.




Fotografía: Carmen Nievas

Escritos: Juan E. Serrano